luni, 7 februarie 2011

Sobre la teoria de la traduccion

 Toda traducción que carezca de una base teórica puede convertirse fácilmente en una transposición mecánica de palabras extranjeras a otra lengua. El traductor consciente tiene que basar su trabajo en principios directivos que se mantengan mientras dure su tarea. Claro está que para conseguir resultados óptimos no basta el rigor teórico: a una teoría consecuente debe acompañar la capacidad de dicción artística.

El proceso de traducción se define como la operación de obtención del equivalente natural más cercano en cuanto al sentido en primer lugar y, luego, en cuanto al estilo (tratar de transmitir igual significado y mantener igual estilo).

La práctica de la traducción ha precedido siempre a cualquier intento de teorización, pero siempre ha habido quien haya reflexionado sobre su trabajo e intentara dar sus postulados teóricos.

García Yedra dice textualmente que habiendo comenzado la traducción hace más de tres milenios, los traductores sólo disponían hasta hace unos años, para orientarse, los testimonios de otros traductores. De otra forma, desde que los antiguos traductores hacían sus primeras reflexiones hasta hoy día, continuamente se ponía de manifiesto la necesidad de combinar teoría y prática.

“La teoría es estéril, pero la práctica sin teoría es rutinaria y ciega”, García Yedra.

Parece indudable que las formulaciones teóricas que se hagan sobre la traducción no pueden presentar reglas estrictas dada la base puramente práctica de la actividad traductora. Sin embargo, en los últimos años, han proliferado los tratados sobre traducción y han dado lugar a una nueva disciplina cuya finalidad pretende ser la de sistematizar el proceso de traducción y suministrar los principios y normas que guían las elecciones en el proceso de traducción.

Parece que hoy día ya nadie discute que una cierta reflexión sobre este “arte” complejo de la tradución puede ser de gran ayuda para el traductor, aunque no por ello resuelva todos los problemas de traducción.

Peter Newmark dice que la futilidad real de una teoría de la traducción redica en:

~Identificar y definir el problema de la traducción.

~Indicar los factores que deben tenerse en cuenta para solventarlo.

~Establecer una lista de los diversos procedimientos de traducción.

~Mostrar cuál es el más adecuado.

Quienes han comprendido mejor el tipo de teorización requerido por las preocupaciones reales de la práctica traductora, no han sido los lingüistas, sino los pedagogos de la traducción. Las escuelas de traducción proliferaron y en sus cursos se hizo rápidamente evidente la necesidad de crear una metodología que incluyera unos principios, fundamentos generales y una metodología para llevarlo a la práctica. De todas formas a pesar del continuo surgimiento de nuevos y originales enfoques sobre teoría y metodología de la traducción, se echa de menos el que no se haya llegado aún a una formulación, digamos didáctico-práctica, de la teoría traductora.
 

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